¿QUÉ DEBO CONSIDERAR ANTES DE SER UN MISIONERO?

¡Es amplio y variado el mundo de las misiones! ¿Por dónde empezar?

Si quieres saber de qué se trata ser misionero y cómo debes prepararte para eso, hay muchos recursos que puedes buscar y tomar en cuenta. Investiga, lee biografías de misioneros, y ponte en contacto con varios misioneros actuales para conocer sus experiencias.

Queremos presentar unas consideraciones básicas para iniciar este camino de servicio a Dios. ¡No te desanimes al buscar ser obediente a Dios, hoy y en el futuro!

 

  1. ¿Practicas el evangelismo y el discipulado?

Jesús da un mandato a sus discípulos al final de su tiempo en la tierra, conocido como “La Gran Comisión”. Es algo que debe cumplir todo cristiano, pero normalmente los que salen a un lugar más lejano para cumplirlo, son conocidos como misioneros.

 

Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:18-20

 

¿Ya estás obedeciendo este mandato? ¿O solo lo piensas hacer en el futuro?

Ser un discípulo de Cristo es seguir sus enseñanzas y mandatos, y enseñar a otros a hacer lo mismo. Lo debemos de hacer todos los cristianos. No es el trabajo de unos pocos. No es algo que inicia cuando llegas a ser misionero o pastor. Ponlo en práctica desde ahora, donde estés.

 

  1. ¿Qué tal tu relación con tu iglesia?

¿Eres miembro activo de tu iglesia, participando y enseñando? Esta es tu familia en Cristo. Es el lugar donde tus dones y tu llamado se descubren, se afirman, y crecen.

Aquí aprendes a trabajar bajo autoridad de otros líderes, a ser responsable a otra persona. La sumisión a la autoridad bíblica de tu iglesia local muestra sumisión a la autoridad de Dios. Una persona que quiere ministrar como misionero o pastor, sin someterse a personas en autoridad, enfrentará conflictos. Es un buen momento para analizar este aspecto de tu vida.

Todo siervo de Dios necesita saber trabajar en equipo, ya sea como líderes en una iglesia, miembros de la iglesia, o misioneros trabajando en otro país.

Es importante saber contribuir y trabajar, y a la vez saber escuchar, respetar y permitir que los demás miembros también colaboren. Una persona que quiere insistir en que todo se haga a su manera, acaba siendo un obstáculo para el trabajo.

 

  1. ¿Qué tal tu vida espiritual?

Para superar obstáculos en el campo misionero se requiere una dependencia diaria del Espíritu Santo. Todos estamos en el proceso de volvernos más como Jesucristo. Aun siendo siervo de Dios y misionero, debes seguir este proceso en tu vida. La antigua naturaleza es reemplazada con una nueva, la naturaleza semejante a la de Cristo (Romanos capítulos 6-7). Nuestro crecimiento espiritual es un proceso de toda la vida, y se nutre mientras estudiamos y aplicamos la Palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17), y andamos en el Espíritu (Gálatas 5:16-26).

Es esencial una vida de oración. Es esencial reconocer que la obediencia a Dios es parte de nuestra adoración. La desobediencia, y el descuido en buscar su voluntad, es creernos más sabios que Dios, con derecho a tomar nuestras decisiones sin Él.

¿Conoces bien la Palabra de Dios? ¿Sabes expresar doctrinas importantes? Por ejemplo: la inspiración de la Biblia, su infalibilidad, su autoría. ¿Quién es Jesús?, el Espíritu Santo, la Trinidad. ¿Cómo ser salvo? etc. Prepárate y estudia la Palabra de Dios, si no los has hecho.

 

  1. ¿Qué tal tu vida personal? ¿Tu relación con tu familia?

Tu vida personal va relacionada con tu vida espiritual. La debemos formar y fortalecer desde ahora, porque ya estando en el campo misionero, las áreas donde tenemos fallas, se van a dar a conocer. Serán magnificadas y nos crearán complicaciones.

Debemos saber reconocer nuestras debilidades y aprender el dominio propio. Esto incluye:

  1. Reconocer fallas, pedir perdón y perdonar
  2. Dar y recibir críticas correctamente
  3. Vivir con paciencia, humildad (aun al tratar con personas difíciles)
  4. Ser flexibles

Nuestras emociones deben estar bajo el dominio del Espíritu Santo. Si tienes problemas no resueltos antes de salir al campo, ¡surgirán de nuevo! Puedes buscar ayuda de un líder espiritual para ayudarte a resolver asuntos que hayas descuidado en el área personal, moral, conflictos familiares, etc.

¡Hay gran variedad de trabajos en el campo misionero! ¡Y mucha necesidad de trabajadores! Nuestro llamado como discípulos de Cristo es: evangelizar, hacer discípulos, y enseñar lo que enseñó Cristo. Practicar este llamado se ve diferente dependiendo del país, la cultura, la personalidad del misionero, y mucho más. Serán diferentes los estilos y métodos usados, pero siempre el enfoque debe centrarse en el discipulado y el servicio a otros con humildad.

¡Adelante en tu preparación! No dejes de tomar pasos de obediencia hacia el campo misionero.

 

Sobre la autora,

Débora Murphy (Debbie). Debbie es hija de los misioneros Arturo y Edith Murphy. Graduada del Instituto Bíblico Moody en el área de Teología Bíblica y del Lycoming College, de Williamsport Pensilvania con una Licenciatura en Enfermería. Trabaja con la misión Crossworld y en su labor misionera vivió 9 años entre los Yanomami en el Brasil como enfermera y enseñando Biblia a mujeres y a niños. Después trabajó 14 años en México en el discipulado con mujeres, jóvenes y niños. Actualmente es docente y  asistente administrativa y de comunicaciones en inglés del Seminario Bíblico Guatemalteco.