¿Cómo Detectar el Abuso Sexual en los Niños y Cómo Apoyarlos?
ABUSO SEXUAL
Para poder abordar el tema objetivamente, es importante tener un concepto amplio de lo que es abuso sexual. Antes de definirlo, hay algunas premisas que debemos tomar en cuenta:
- El abuso sexual puede ser con agresión o con sutileza.
- Puede ser cometido por un adulto, adolescente, o por otro niño o niña.
- En su mayoría los agresores son familiares cercanos.
- Puede ser físico y/o psicológico.
Definición de abuso sexual:
- Abuso Sexual Físico: Acariciar o besar a un niño o niña en sus zonas erógenas o pedir al niño que lo haga. Cualquier contacto génito-bucal, cualquier tipo de introducción en el área vaginal o anal y las relaciones sexo-genitales consumadas.
- Abuso sexual psicológico: Que el niño presencie o escuche actos sexuales de otras personas (incluyendo a sus padres). Que el niño tenga contacto con la pornografía, en cualquiera de sus presentaciones. Exponerlo constantemente a juegos, comentarios o bromas con contenido eróticos. Que un adulto o agresor le muestre al niño sus genitales con intenciones eróticas. Acoso verbal.
¿Cómo detectar el abuso sexual en un niño o en un adolescente?
- Resistencia a recibir ayuda para cambiarse de ropa o ser auxiliado en situaciones normales y seguras.
- Cambio drástico en su comportamiento con algún miembro o amigo cercano de la familia.
- Cambio repentino en su estado de ánimo habitual.
- Bajo rendimiento escolar, sin otra causa identificada.
- Cambios en los hábitos de alimentación y sueño, sin otra causa identificada.
- Juegos con sus muñecos o con otros niños, donde haya diálogos, expresiones o acercamientos eróticos.
- Dibujos con transparencias (ver a través de la ropa), figuras desnudas con representación de los genitales.
- Rompimiento de esfínteres
- Quejas de molestias anales y/o vaginales.
- Flujo vaginal.
- Infecciones de transmisiones sexual.
- El indicador altamente específico es la revelación por parte del niño o niña de haber sido objeto de abuso sexual.
- Conducta hipersexualizada, es uno de los indicadores más ligados al abuso: insinúa conocimiento inhabitual del niño/a; acerca de los comportamientos sexuales adultos y revela una erotización precoz.
No existe un patrón único de comportamiento que revele que el niño está siendo abusado; sin embargo, hay conductas que pueden ser una advertencia que algo le está pasando al menor. Aunque las conductas que se mencionaron pueden servir como indicadores, no se debe concluir y menos reaccionar en base a ellas. Siempre es recomendable buscar la asesoría de un profesional o experto, para que entreviste y evalúe al niño, y determine si en efecto hubo algún tipo de abuso; luego se debe recibir orientación para manejar el asunto de la mejor manera para poder superarlo.
¿Cómo reaccionar ante el descubrimiento de un abuso sexual?
Si los padres o educadores constatan que un niño o niña está siendo abusado, es muy importante que cuiden su manera de reaccionar; porque en ocasiones impacta más negativamente la reacción de los adultos, que el mismo abuso sexual.
Sugerencias de reacción:
- Nunca culpar ni castigar al niño. Un niño nunca es el causante ni responsable de lo ocurrido. El adulto o adolescente, es responsable de proteger al niño y no de aprovecharse de él.
- No hacer un escándalo ante el niño, para que éste no asocie en el futuro la sexualidad con algo trágico o desagradable.
- Creerle al niño, aunque haya razones para dudar. Darle confianza al niño para que exprese directamente lo sucedido, o utilizar el juego con muñecos, lo cual facilita la exteriorización de algo que le causa angustia y temor.
- Es importante considerar que un niño pequeño aún no tiene bien definido el concepto de tiempo, por lo que al referirse a cuándo ocurrió el abuso, o sobre la reincidencia del mismo, puede no ser preciso.
- Tomar las medidas que sean necesarias para que el niño se sienta protegido. Muchas veces eso significa cambios de vivienda, separación de algún familiar o cambios en la economía; sin embargo, es necesario considerar que el bienestar del niño depende de los padres, y que todo esfuerzo que se haga, contribuirá para que éste supere el abuso y los efectos colaterales.
- Buscar ayuda profesional para que el niño supere el trauma emocional.
- Reforzarle al niño su autoestima, la aceptación y el amor; aspectos que siempre son dañados en este tipo de experiencia.
- En el caso de que el abuso haya sido cometido por otro menor en el ámbito familiar o en el establecimiento educativo, se debe buscar ayuda profesional para ambos.
- Sólo en casos particulares proceder a un examen médico. Siempre con un especialista que proporcione un trato adecuado al niño, y con una preparación psicológica previa, para que el niño no asocie el examen médico con el abuso sufrido.
- Si el abuso cometido contra una niña dañó su himen, no debemos pensar que perdió lo más valioso de su vida, porque eso no es cierto. En efecto, sí fue dañado algo valioso, pero una mujer no vale solo por tener o no tener intacto el himen; todos los demás aspectos de ella son igualmente valiosos. Las niñas son víctimas de abuso sexual, más frecuente que los niños, pero ellas suelen reportarlo más. Los niños tienden a callar por eso sufre de más patologías.
- Aunque el niño que fue víctima del abuso haya recibido atención física, psicológica y espiritual, siempre se debe estar pendiente del comportamiento y de los juegos que tenga con otros niños, porque puede existir la tendencia de hacerle a otros lo que le hicieron a él o ella (abuso sexual reactivo). No es un factor determinante pero si influyente.
- Recordar que el abuso sexual infantil, sí puede y debe ser prevenido; puede superarse, si se atiende adecuadamente.
¿Cómo apoyar para promover la sanidad del niño o el adolescente?
El abuso sexual en la infancia no se puede abordar en soledad, es necesario propiciar espacios de reflexión compartida con equipos multidisciplinarios.
El abordaje óptimo en protección integral incluye:
- Recursos humanos y materiales
- Perspectiva de Derechos Humanos
- Capacitación específica
- Se requiere realizar intervenciones responsables y respetuosas, en la que las decisiones y acciones sean pensadas, responsablemente, desde el principio rector que es el interés superior del niño o niña y asegurarse de guardar respeto a su derecho a ser escuchado, dar valor a su palabra, preservar su intimidad y reconocerlo como sujeto pleno de derecho.
El proceso de intervención en situaciones de abuso sexual contra niños, niñas o adolescentes:
- Revelación/develación
- Denuncia penal (Investigación del delito) y asistencia inmediata (asistencia médica, informe de riesgo y medidas de protección).
- Asistencia integral/tratamiento.
El papel de la iglesia en el abuso sexual: El abuso sexual tiende a ocurrir sin respetar niveles sociales, y tristemente, ni religión. Hay noticias donde pastores, haciendo uso de su autoridad e influencia, han abusado de niños; por lo tanto, es de suma importancia que la iglesia juegue un papel activo en la protección de los niños y niñas y no desestimar u obviar estos temas. Si se presentara un abuso sexual dentro de la iglesia o tenemos conocimiento de alguno, se debe proceder a efectuar una denuncia al Ministerio Público o a la Procuraduría General de la Nación, y estar al tanto de que él niño o niña reciba atención integral incluyendo el área espiritual.
La iglesia podría tener un papel activo abordando los siguientes puntos:
- La medicina a esta problemática será prevenir promoviendo el autocuidado para el niño y la educación del tema a los padres.
En caso de que se hallara en nuestra iglesia un caso de abuso sexual, se recomienda lo siguiente:
- Crear un ambiente de confianza. Se debe propiciar un espacio para que el niño desahogue todo lo que ha guardado en su mente y corazón (Mateo 18:15; Salmos 32:3, Salmo 39:2-3). Expresar el dolor y el enojo es limpiar la herida.
- Fomentar el perdón sin imponerlo, puesto que es un proceso. El perdón es la medicina (Jeremías 30:17); el perdón es una decisión no un sentimiento, es un mandamiento no una sugerencia; sin embargo, el uso de la empatía permitirá comprender a la víctima y acompañarla en este proceso.
- Trabajar conjuntamente con los padres la restauración del niño o niña (Gálatas 6:1).
- Los niños deben saber que tienen la opción de denunciar al agresor legalmente; por la necesidad que toda víctima tiene de que se haga justicia.
- Con los adolescentes se trabaja más con la culpa.
RECOMENDACIONES
- Que tanto el padre como la madre, expresen afecto continuamente a sus hijos, para que nadie se aproveche de ese vacío, dándoles un supuesto afecto.
- Tener precauciones con los adolescentes, puesto que en el despertar de su sexualidad, especialmente cuando han tenido algún contacto con la pornografía, podrían sentir el impulso de canalizar el desborde de su erotismo en los más vulnerables de su entorno (niños o niñas).
- Tener precauciones con la etapa de la vejez, puesto que por disminuir la actividad sexual en pareja, algunas personas, especialmente hombres, podrían buscar un estímulo o gratificaciones, teniendo acercamientos inadecuados con los niños.
- Supervisar cuando haya niños invitados en casa, porque nunca sabemos si alguno de ellos esté siendo víctima de abuso sexual, y trate de reproducir lo mismo que le están haciendo a él con otros niños.
Sobre el autor
Ingrid Chiriz de Sitán
Exalumna del programa sabatino del SBG. Licenciada en Estudios Bíblicos y Pastorales y Psicóloga Clínica. Fue invitada a compartir este tema en el TED (Talleres de Escuela Dominical ) 2020. El TED es un evento anual dirigido a pastores, maestros de Escuela Dominical, superintendentes y todos los interesados en servir y capacitarse en la enseñanza cristiana.