El equipo ideal en la formación de niños y jóvenes

Al hablar de equipo traemos a la mente un conjunto de elementos, métodos, sistemas y sobre todo, un conjunto de personas que lo componen. El término ideal hace referencia a aquella utopía que toda sociedad, familia o institución tiene para sus proyectos, planes o procesos.

La formación académica y espiritual de los niños requiere de la intervención de un equipo que trabaje en completa armonía.  Este equipo debe ser altamente competente y comprometido en la educación de la niñez y la juventud. Debe estar integrado por la familia, la iglesia y el colegio/escuela

La familia

 Es la primera y más importante institución creada por Dios. Empieza con la unión del hombre y la mujer, siendo éste el diseño original de la familia.  En el libro de Génesis se lee la instrucción que Dios da al hombre, de dejar a su padre y a su madre para unirse a una mujer y formar una familia. (2:24) Seguimos creyendo en este diseño.

Bíblicamente la crianza de los hijos es la más alta responsabilidad que Dios da a los padres. Aunque cada padre es igualmente valioso para Dios, tienen funciones distintas. La mujer está capacitada para la crianza y cuidado de los hijos, mientras que el hombre está mejor equipado para proveer y proteger a la familia. Dios tiene planes hermosos para cada familia y la ha llamado a formar un hogar cristiano que  persevere en los principios establecidos en su palabra. Salomón, en el libro de Proverbios, da un consejo a los padres: “Instruye al niño en su camino; y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”, en primer lugar, esto significa, dirigirlos al Señor y Salvador de sus vidas; a Jesucristo. Cuando los padres enseñan a sus hijos las verdades bíblicas, éstos se vuelven sabios, recorren el camino de la salvación, conocen la verdad, están capacitados para toda buena obra, y están preparados para resistir las acechanzas del enemigo que se ha empeñado en adoctrinarlos con las enseñanzas seculares.

En la carta a los Efesios, el apóstol Pablo pide a los padres que críen a sus hijos en “disciplina e instrucción del Señor” (Efesios 6:4). ¡Cuán importante es la disciplina en la vida de los niños y jóvenes! Es para bien, a través de ella reciben los hijos sabiduría (Proverbios 29:15) y da descanso y alegría a los padres (Prov. 29:17)

 Dios le ha dado a los padres el privilegio de instruir y disciplinar a los hijos por un período de tiempo muy corto. Si deseamos una mejor sociedad, una iglesia influyente y una nación próspera, papá y mamá deben asumir la responsabilidad de instruir y disciplinar según el modelo de Dios. Esta responsabilidad no puede delegarse.

Iglesia

Es el cuerpo de Cristo en la tierra. La iglesia nació después de que Jesús ascendió al cielo y el Espíritu Santo fue enviado. Su misión es mostrar el amor de Dios a las personas, edificarlas en la sana doctrina  e invitarlas a tener una relación con él. Los niños necesitan un centro de instrucción cristiana, un lugar donde congregarse, ser instruidos en las verdades bíblicas y aprender a vivir de acuerdo al modelo de Cristo. Sólo así, los niños, adolescentes y jóvenes podrán tener una vida plena en Dios. Es la iglesia (grupo de creyentes) la responsable de garantizar que los niños sean atendidos, enseñados y capacitados en la palabra de Dios.

La formación de los niños dentro del seno familiar y extendida a la iglesia nos da la seguridad de llevarlos a una íntima relación con Dios y por consiguiente la garantía de la perpetuidad de la iglesia. Es muy alentador y llena el corazón de gozo, ver a niños que fueron instruidos en la Palabra de Dios e involucrados en las actividades eclesiásticas, ser hoy los líderes de sus congregaciones comprometidos con la obra del Señor.

El Colegio

La educación es un proceso largo que inicia en la familia, se extiende a la iglesia y llega a las aulas. Parte de aquí la importancia de elegir un colegio cristiano que complemente lo que los niños han aprendido en casa y en la iglesia. Un colegio cristiano ejerce una influencia espiritual en la vida de los niños y los guía en su desarrollo con el temor a Dios. También promueve una cosmovisión bíblica y desafía a los estudiantes a examinar la evidencia científica a la luz de la palabra de Dios.

El compromiso de los docentes y lideres educativos cristianos es desarrollar en los estudiantes un carácter como el de Cristo, aumentar las habilidades que poseen para un eficiente servicio a Dios y ayudarlos a formar un juicio crítico que los ayude a tomar las mejores decisiones.

La familia, iglesia y colegio son tres grandes agentes que influyen en la formación de los niños, adolescentes y jóvenes. Si actúan de manera coordinada y en perfecta armonía, van a contribuir a formar las dimensiones esenciales del ser humano: física, social, emocional, cognitiva y espiritual.

Dentro del Seminario Bíblico Guatemalteco funciona un colegio cristiano, llamado “Robinson”. Desde su inicio el colegio Robinson ha querido preparar a las nuevas generaciones para que se desarrollen en forma holística y puedan adaptarse y responder adecuadamente a los tiempos en que se encuentran. Esta misión ha sido plasmada en el logo que identifica al colegio.  Se representa la Palabra de Dios como el fundamento y contexto de toda acción que se realiza. Sobre este fundamento se encuentra la silueta humana, que representa a los estudiantes. Alrededor giran círculos de diferente color que expresan las áreas en la vida del ser humano que es necesario atender y ayudar a desarrollar. El significado es el siguiente:

 Rojo: representa el liderazgo. La palabra de Dios enseña que nada debe hacerse por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, debe hacerse todo con humildad, y ver a los demás como mejores a nosotros mismos.  (Filipenses 2.3)

Anaranjado: representa la sensibilidad o compasión. Se nos exhorta a ser buenos y compasivos, a perdonar, así como Dios nos perdonó por medio de Cristo (Efesios 4:32)

Amarillo: hace referencia al intelecto, reconociendo que todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios, ya que eso es dar muestras de inteligencia (Proverbios 9:10)

Azul:  es símbolo de fortaleza. La Biblia dice que los que confían en Dios siempre tendrán nuevas fuerzas, podrán volar como las águilas, podrán caminar sin cansarse y correr sin fatigarse. (Isaías 40:31)

Morado: representa la espiritualidad del ser. Hemos sido llamados a ser hijos de Dios, pues a todos los que le recibieron y creen en su nombre les dio ese derecho. (Juan 1:12)

Verde: hace referencia al crecimiento. Al igual que una planta, se espera que el cristiano crezca. El apóstol Pedro dice “Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2ª. Pedro 3:18)

Sobre la autora

Zucelly Salazar de De León.-  Licenciada en Pedagogía y Administración Educativa / Profesora especializada en Problemas del Aprendizaje. Directora Técnica Administrativa de Colegio Robinson. Ella forma parte de los fundadores del Colegio y bajo su dirección éste ha crecido integralmente cada año.