Meditad en Vuestro Corazón
Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. (Hageo 2:15)
Hageo registra que el pueblo de Israel en su trato con Dios y sus semejantes además de su involucramiento en hacer la obra de Dios era pésima. Existía apatía, indiferencia, autocomplacencia, infidelidad, etc. El pueblo estaba sufriendo las consecuencias de su alejamiento de Dios. Tanto en el aspecto social, moral, militar, económico, la mano de Dios se había cerrado, deteniendo las bendiciones pactadas. En medio de esta situación, Dios llama al pueblo a reflexionar acerca de su conducta y las consecuencias que ésta ha traído. Les invita a volverse a Él y retomar la dirección correcta para experimentar bendición a todo nivel.
Hoy día, la experiencia del pueblo de Israel se repite constantemente entre el pueblo de Dios. No sería sorprendente que la situación difícil en la que viven nuestros pueblos sea el resultado de la condición precaria en que el pueblo de Dios se relaciona con Él y con sus semejantes y la manera tan superficial en que hace la obra. No cabe duda que hace falta un avivamiento espiritual fundado en un volverse a Dios y su Palabra. Cada día son más urgentes los hombres y mujeres que, profundamente comprometidos con el Señor, se involucran decididamente a hacer la obra que Dios ha encomendado a su pueblo.
Parte de esta acción tan urgente y necesaria es responder al llamado de Dios para prepararse formalmente en las áreas bíblicas, teológicas y ministeriales. Estamos agradecidos con Dios porque este año un grupo de hermanos que hicieron un alto en su vida, reflexionaron acerca de su relación con Dios, con los demás y con la obra y decidieron venir al SBG. Esta decisión los llevará a involucrarse decidida y activamente con Dios, su Palabra y su Iglesia. Oremos porque Dios siga enviando obreros a su mies.